"Desde luego, esto es una mierda". Pensaba mientras le besaba, pues mañana ya no tendría esos labios para mí, ni mañana ni durante los cuatro meses siguientes. Igualmente, te seguí besando, qué mas da mil besos más que mil besos menos.
Esa noche la luna brilló más que nunca, para nosotros. Seguramente la muy curiosa nos quería espiar, o tal vez darle más brillo a tus ojos, o regalarnos la noche...

Al principio fue difícil pero igualmente te seguí besando en el cuello,igualmente la luna se quedó mirando, y así pasó.