Ni en el llegar, ni en el hallazgo
tiene el amor su cima:
es en la resistencia a separarse
en donde se le siente,
desnudo, altísimo, temblando.
Y la separación no es el momento
cuando brazos, o voces,
se despiden con señas materiales:
es de antes, de después.
Si se estrechan las manos, si se abraza,
nunca es para apartarse,
es porque el alma ciegamente siente
que la forma posible de estar juntos
es una despedida larga, clara.
Y que lo más seguro es el adiós.
Pff!!! este poema está lindísimo, la vdd me llamó muchísimo la atención el nombre de tu blog y creo que la creatividad sobre aquí.
ResponderEliminarMuchos besos!
Te sigo!!! Me encantaría que tmb pudieras seguirme y seguir en contacto.
Te mando miles de besos
desde
http://thelookedover.blogspot.mx/